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Artesanías de Morro: Un patrimonio biocultural
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Artesanías de Morro: Un patrimonio biocultural

Las artesanías de morro del municipio de Rabinal en Baja Verapaz, son ampliamente conocidas en todo el país. Es muy probable que ya te hayas encontrado una de estas artesanías en algún mercado o en la feria de Rabinal, si has tenido la oportunidad de ir. Estas vienen en forma de guacales y chinchines, principalmente, pero los artesanos producen una gran variedad de productos con el fruto del morro (Crescentia cujete). Sin embargo, muchos desconocen su origen y su proceso de elaboración, ya que a simple vista parecen artesanías sencillas, pero en realidad implican una serie de conocimientos ancestrales propios del pueblo Achí y distintos recursos naturales propios del territorio. Por esa razón queremos compartirte esta información valiosa sobre esta tradición única en el mundo.

En noviembre del 2021, tuvimos la oportunidad de visitar el municipio de Rabinal en el departamento de Baja Verapaz. Hablamos con distintos artesanos, y fue Allan Garniga quien nos explicó y describió detalladamente el proceso de elaboración de las artesanías de morro.


Venta de artesanías de morro. Foto por: Vivian Hurtado.

¿Cómo se fabrican las artesanías de morro?

El proceso inicia consiguiendo el fruto del morro con las personas que tienen palos de morro en sus propiedades. Se realiza la compra y venta para fabricar diferentes artículos como chinchines, guacales, alcancías, llaveros, bisutería y más. Después de la compra y venta se pasa al corte, es necesario ver que el fruto esté en su punto de madurez, para ello se raspa y “si la uña no penetra” quiere decir que está en su punto adecuado. Tiene un desarrollo de 6 a 7 meses, por lo que tenemos 2 temporadas al año, una en el mes de mayo y otra en diciembre. Luego del corte viene el acarreo, se lleva al taller y se selecciona de acuerdo a su tamaño y características, dependiendo de lo que se desea hacer por su tamaño. Se talla con una herramienta especial que se llama “cotobal” o cotopaj en Achí, estos instrumentos también se realizan manualmente. Una vez seleccionado se corta a la mitad, si se desea hacer un guacal o se perfora si se trata de un Chinchin. Luego se cuece en toneles, ollas o vasijas grandes, se espera a que hierva el morro y se echa, esto sirva para extraer con mayor facilidad la carnasa, la cual se utiliza para hacer dulces, medicina, harina o incluso un fresco parecido a la horchata a partir de las semillas tostadas.

Después se va a lavar al río o en la casa con una espátula (hecha por nosotros) que le llaman “ra’amez”, que en Achí significa pata de gato. Se va raspando hacia adentro. Luego se lleva a la casa para sacar la carnasa o pulpa y se lija con hoja de Chaparro (Curatella americana) para después poder pintarlo. Se seca, se ponen lonas y se deja al sol entre 24 y 48 horas para que no deje ningún rastro de humedad. Ahora pasa a la etapa de lustrado y aplicación de pintura. Se necesitan tres personas para esta etapa: una para aplicar el Niij (Llaveia axin), un para aplicar el tizne o humo de ocote y una última persona para pulirlo y darle el brillo, esto se realiza con una tela suave como el corduroy. Es semejante a cuando se lija la madera y luego se barniza. Una vez terminados estos 3 pasos, se incuba por 24 horas y no se deja a la intemperie; se tiene que tapar con una manta.

Luego viene el proceso de tallado: Se hacen los dibujos de acuerdo a los conocimientos ancestrales que hemos adquirido. La noción de que pertenecemos a la naturaleza, debemos cuidarla y protegerla se representa en nuestros dibujos. Se utilizan muchas aves porque simbolizan la libertad y también porque son dispersoras de semillas. Las que más aparecen son el Quetzal, la paloma, los gorriones, los pájaros carpinteros y la Bicéfala, la cual es el símbolo de Salama. También se dibujan flores como una de las representaciones básicas debido a la diversidad que tenemos en Guatemala. Queremos demostrar con estos dibujos que acá tenemos mucha cultura, mucha diversidad y estamos en el país de la eterna primavera.


Tizne o humo de ocote. Foto por: Vivian Hurtado.

Morro antes de ser tallado. Foto por: Vivian Hurtado

Tallado y decoración del morro. Foto por: Vivian Hurtado

Luego del tallado, si fueran guacales se deja así y ya están listos para venderse. Si se hacen chinchines, luego del tallado viene la colocación del mango y se utiliza el palo de Cosho que se encuentra en las montañas de Rabinal, específicamente en Concul y Joya de Ramos. Es un palo especial, nos lo venden personas que tienen palos en sus casas. Junto con la colocación del mango viene la colocación de piedras para que produzcan su sonido particular.

Luego se pinta con añelina (anilina), 2 colores específicamente: el verde y el rosa o fucsia y se pinta con algodón. Finalmente se raspa el mango del chin chin para darle una mejor presentación. La añelina se puede hacer pulverizando achiote si se quiere hacer naturalmente, si no se puede comprar; también se puede usar pintura de aceite o acrílico para que sea más duradero. Esto depende de quien lo solicite, algunos lo piden con pintura natural y otros no. Luego del pintado viene la etapa de empacado para distribuirlo. Los productos son muy solicitados en actividades religiosas y sociales, por ejemplo por clientes de Quiché cuando celebran fiestas del patrón San Pablo, San Jorge, San Isidro, entre otros; o por ejemplo acá en Rabinal para las cofradías utilizan vasijas de morro para servir la Kusha, una bebida ancestral que está hecha de jugo de caña fermentado.

Al morro le decimos Tzima que en Achí significa “guacal”, así lo conocemos y la elaboración de artesanías es un conocimiento de generación en generación, mi mama me enseño a mi y ahora, yo se lo enseño a mi hijo. Lamentablemente, la pandemia nos afectó mucho porque no hubo feria, ni comercio, antes vendíamos a diferentes lugares como Quiché, Huehuetenango, Antigua Guatemala y la Ciudad de Guatemala. Ahora nuestra bodega está llena y no hay rentabilidad, hemos mudado a otras alternativas como las redes sociales y la radio. Además, las personas suelen regatear y no valoran este trabajo, cuando en realidad es un proceso muy largo que requiere de mucho conocimiento. Contando todos los procesos un chin chin se elabora entre 5 a 7 días aproximadamente.

-Comunicación personal con Allan Garniga.

Flora y fauna utilizadas en el proceso

1. Morro o Jícara (Crescentia cujete o Crescentia alata)

El Morro o Jícara es el elemento principal para la elaboración de estas artesanías. Se utilizan los frutos de dos especies del mismo género: Crescentia cujete y Crescentia alata. Por las características de la cáscara del fruto, es posible realizar estas artesanías, además de otros utensilios como recipientes para comida o bebidas. Lo interesante es que C. cujete y C. alata tiene una diversidad de usos, a partir de la pulpa y las semillas se puede realizar horchata y una especie de harina que se ha estudiado por sus grandes propiedades nutricionales. También se pueden fabricar dulces y la miel es buena para tratar la tos y afecciones respiratorias. Solares (2004) menciona que las flores se pueden usar para el dolor de oído, la corteza para la tos y erupciones cutáneas, y las hojas para la caída de cabello.


Fruto de morro. Foto por: FLAAR Mesoamerica.
Puedes observar más fotos aquí

2. Hoja de Chaparro (Curatella americana)

Curatella americana es un árbol mediano que crece en ecosistemas secos. Sus hojas son ásperas con una textura similar a una lija debido a la presencia de sílice, por ello los artesanos las utilizan para lijar el morro. De acuerdo con Ordoñez (2007), en Guatemala es posible encontrar este árbol en los departamentos de Petén, Alta Verapaz, Baja Verapaz, Izabal, Chiquimula y también es utilizado para otros fines como curtir pieles por el tanino que contiene o realizar infusiones con sus hojas para lavar heridas y tratar erupciones en la piel.

Chaparro (Curatella americana) en Rabinal, Baja Verapaz. Foto por: Vivian Hurtado.

3. Cochinilla o Niij (Llavenia axin)

Este es un insecto del orden hemiptera, superfamilia Coccoidea o comúnmente conocidos como “escamas”, el cual fue domesticado por la cultura maya. Probablemente ahora te estés preguntando ¿qué tiene que ver un insecto con la elaboración de las artesanías de morro?. En palabras de Allan Garniga:

“Lo utilizamos para pintar los accesorios del morro y se ha practicado por mucho tiempo. Se comienza cultivando el Niij en los meses de mayo, porque según cuenta la historia ancestral, los insectos empiezan a brotar de los huevecillos cuando surge el primer trueno, comenzando la época de lluvia. Se incuban alrededor de 6 meses en unas vasijas, las tapamos y ninguna mujer puede ver los huevos porque se secan, es como mal de ojo. Son muy delicados y diminutos. Una vez pasado el tiempo de incubación, los colocamos en el árbol de Jocote o de Piñon en el mes de mayo cuando cae el primer trueno Se alimentan del árbol durante 4 meses aproximadamente, absorben toda su savia y crecen. El árbol muere y se seca, por lo que hacemos resiembras.”

En resumen, el Niij sirve como una especie de barniz o aceite para conservar mejor el pigmento utilizado, ya sea tizne (o humo de ocote) o añelina. Puedes obtener más información en este video:

Incubación de Niij (Llaveia axin) Foto por: Vivian Hurtado.

Níij en árbol de jocote. Foto por: Vivian Hurtado.

Producto obtenido del Niij. Foto por: Vivian Hurtado.

Link a nuestra investigación previa en Niij:
Lists of domesticated animals of the Mayan civilization omit mention of Mayan domesticated insects

y haz click aquí para leer gratis el Reporte Fotográfico completo.

Rabinal y el pueblo Achí

La comunidad Achí la integran los municipios de Cubulco, Rabinal, San Miguel Chicaj, Salomó, San Jerónimo y parte de El Chal, en el departamento de Baja Verapaz; y en la parte suroccidental, los municipios de Tactic y San Cristóbal, del departamento de Alta Verapaz. La extensión territorial que cubre es de aproximadamente 2872 kilómetros cuadrados y se habla el idioma K’iche’-Achi’. Anteriormente Rabinal era territorio poqomchi’, pero desde el siglo XI y XII comienza la presencia k’iche’ en el lugar (Universidad Rafael Landivar, 1997; Sosa & Nava, 2008).

Antes de la Conquista los rabinaleb formaron parte de una alianza k’iche’ y conquistaron el valle del Urram, en aquel tiempo poblado por los poqom. Los primeros habitantes eran los q’eqchi, de quienes probablemente viene el nombre de Rabinal, que significa “lugar de la hija del rey” en idioma q’eqchi’. El baile precolombino Xajooj Tun o Rabinal Achi relata cómo se rompió la alianza k’iche’. Es una de las joyas de la cultura Maya-Achi y se sigue presentando durante la feria patronal de San Pablo (Sosa & Nava, 2008).

La tradición de la elaboración de artesanías de Morro es única en el mundo, por lo que se considera un patrimonio biocultural, pero Rabinal también es conocido por sus artesanías de barro, cerámica y palma (como petates y sombreros), además de sus tejidos.

BIBLIOGRAFÍA

  • ORDÓÑEZ, E.
  • 2007
  • Determinación de la actividad inhibidora in vitro de nueve plantas guatemaltecas
    sobre Campylobacter jejuni. Utilizando el método de difusión en disco.
     
    Descargable:
    http://biblioteca.usac.edu.gt/tesis/06/06_2585.pdf 
    Nota: Información de Curatella americana en página 37.
  • SOLARES, A. F.
  • 2004
  • Etnobotánica y usos potenciales del cirián (Crescentia alata H.B.K.) en el Estado de Morelos. Polibotánica
Escrito por: Vivian Hurtado, 2022

 

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